El pasado sábado 25 de agosto se reunieron como cada año más de un centenar de personas en esta pequeña aldea para celebrar las fiestas de San Ramón, patrón de la localidad. De momento, en todo-terreno y a pie, los antiguos vecinos de Otal siguen acudiendo a su cita.

Por la mañana se celebró la eucaristía y, después la comida. Este año, por la situación en ruina en la que se encuentra la iglesia, la misa se celebró al aire libre.