La ermita de San Juan, próxima a la localidad de Espierre (Biescas, Huesca) ya tiene nueva cubierta de losa gracias a la colaboración de la empresa Cesce con Amigos de Serrablo.

Estrechamente relacionada con San Bartolomé y San Pelay, la ermita de San Juan, próxima a Espierre representa el modelo más primitivo de iglesia serrablesa. La Asociación Amigos de Serrablo actuó en los años 1992, 1995 y 2008. En este momento requería trabajos de la cubierta de losa que presentaba serias deficiencias tras catorce años desde la última intervención.

Los trabajos fueron realizados el pasado mes de enero por el especialista en construcciones tradicionales en el Pirineo Jesús García Mainar, quien ha dado esta mañana detallada explicación de los trabajos realizados para consolidar y proteger la cubierta tradicional de losa, fundamental para la conservación íntegra de la ermita.

Desde Cesce, que está celebrando su 50 aniversario, se han desplazado para este acto de inauguración: Carlos de Benito: Director de RRHH; Gema Toribio: Jefa de Unidad de Responsabilidad Social Corporativa y C. Interna; Isabel Torremocha: miembro de la Comisión y del Comité de RSC; Fernando Aguirre: Director Territorial Norte; Pascual Gomis: Director de Clientes Preferentes; Emilio García: Agente.

También han asistido al acto la alcaldesa de Biescas, Nuria Pargada e Isabel Manglano consejera comarcal de cultura de la Comarca Alto Gállego.

La presidenta de Amigos de Serrablo, Pilara Piedrafita, Tere Otal, Alfredo Gavín y M.ª Jesús Gavín han hecho de anfitriones en esta iniciativa colaborativa en la que se conserva un patrimonio muy delicado que precisa de atención constante.

Amigos de Serrablo asumimos hace más de cincuenta años la responsabilidad de trabajar para que nuestra comarca fuera ejemplo de vitalidad del Pirineo aragonés. Conservar patrimonio arquitectónico es una labor continua que genera empleo en la zona dando trabajo a las empresas del entorno rural que están homologadas para restaurar o rehabilitar siguiendo las técnicas tradicionales de la zona, como por ejemplo los tejados serrableses que están cubiertos con losa, como el que nos ocupa.

Restaurar o recuperar un puente, una fuente, una torre o un sendero implica fijar población en el ámbito rural a la par que reporta mejores accesos, carreteras, internet…, en otras palabras, devuelve al territorio lo que la industrialización le restó.

Recuperar patrimonio y cultura genera un turismo de calidad que despierta sinergias en todo el territorio. En este sentido, Amigos de Serrablo adquiere el compromiso de facilitar el acercamiento del público al patrimonio cultural que nos rodea, su conocimiento enriquece a quien nos visita y favorece su conservación.

Por esta razón es tan valiosa la colaboración de entidades privadas como es el caso de Cesce, que sensibles a la conservación del patrimonio, aportan un importante apoyo económico para esta labor.