El pasado sábado, 10 de junio, Amigos de Serrablo recogimos el Premio Batallador en categoría regional que concede la Peña La Unión de Calamocha (Teruel).

 

Profundamente agradecidos por que se haya considerado nuestro trabajo merecedor de un premio que valora el trabajo altruista, fuimos estupendamente agasajados por la Junta de La Peña La Unión, un grupo de chicas y chicos entusiastas y enamorados de su pueblo y de su cultura con los que compartimos una tarde estupenda que no olvidaremos en mucho tiempo.
Junto con los otros premiados, Asociación Batalla de Cutanda, Asociación Pozos de Caudé y Conchita Puértolas, fuimos expresión del compromiso y del trabajo por recuperar el patrimonio y la memoria histórica.

Somos muchas personas las que trabajamos para que el patrimonio se conozca, se disfrute, se aprecie y se defienda y ha sido una gran oportunidad poder compartir nuestras experiencias y disfrutar de un tiempo gozoso.

Estas fueron las palabras de Pilara Piedrafita al recibir el premio:

Buenas tardes y muchas gracias. Gracias por este galardón y por la acogida que nos habéis dado, gracias al Jurado por pensar en estos montañeses y nuestra enhorabuena a los otros batalladores.

Recogemos esta distinción con orgullo pero también con la responsabilidad de que nos hayan creído dignos de compartirla con personas y Asociaciones verdaderos referentes en Aragón y más allá.

En realidad yo solo pongo voz a todas esas personas, ahora somos más de 750 socios, que a lo largo del tiempo, y de manera voluntaria, es decir por amor al arte, han trabajado para que nuestra cultura y patrimonio no desapareciera.

Permitidme que os cuente un poco de nuestro trabajo desde mayo de 1971, cuando un grupo de entusiastas forman la Asociación y capitaneados por Julio Gavín y Antonio Duran, empiezan a restaurar un grupo de más de 20 iglesias medievales que estaban abocadas a la ruina y que ahora están declaradas Bienes de interés Cultural desde 1982, que son únicas en la historia del arte para unos mozárabes para otros románicas pero que gracias a nuestro trabajo se han preservado. Y esto que se dice pronto significa muchas horas de trabajo, problemas, y satisfacciones como muestra contaros que este dibujo que nos acompaña, y que es nuestro logo, es la ventana de San Juan de Busa ejemplo del arte serrables y cuya restauración estuvo llena de avatares: tuvimos que comprar el trozo de campo donde se ubica porque el propietario no nos permitía pasar a restaurar, durante las obras que se dilataron porque se iba trabajando según el dinero que teníamos, nos la robaron y pudimos recuperarla gracias a qué en secreto de confesión nos dijeron donde la habían escondido…. Y así cientos de historias.

Y mientras se salvaban de la ruina iglesias y ermitas la Asociación empieza a estudiar y preservar la cultura tradicional que estaba desapareciendo y cuya pérdida nos hubiera hecho más pobres como colectivo.

Y se crean dos museos: en 1979 el Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo rehabilitando una casa tradicional para albergar una colección etnográfica imprescindible para conocer la vida de nuestras montañas , así como la colección de arte del escultor Ángel Orensanz.

Posteriormente en 1986 se funda el MUDDI, el Museo de dibujo Julio Gavín – Castillo de Larrés, situado en un castillo bajo medieval que se rehabilita y se dedica al dibujo español desde finales del s. XIX hasta la actualidad y que es referencia nacional para el dibujo, el humor gráfico, el comic y la ilustración, una colección que empezó con 300 obras y ahora está cerca de 5000, todas donadas.

Se restaura patrimonio civil: puentes, fuentes, lavaderos. Se gestiona una de las primeras escuelas taller de nuestro país, gracias a la complicidad de su creador, Peridis, con Julio Gavin.

Y se investiga y se publica: 195 números de la revista Serrablo, imprescindible para conocer la historia y la cultura de nuestras comarcas, se publican libros, tenemos un archivo fotográfico de más de 8000 imágenes, una biblioteca….

Y cómo lo hemos hecho, pues cómo nos enseñaron, trabajando con eficacia y entusiasmo. Somos del vamos a hacer en vez del hay que hacer y por eso ahora estamos batallando por recuperar San Pelay de Gavin y el yacimiento romano de la Corona de San Salvador en Sabiñánigo, defendiendo nuestra lengua y nuestro paisaje, porque el paisaje también es patrimonio y a nadie se nos escapa que en este momento le acechan varios peligros e intereses.

Así que Amigos de La Unión sepan que este Batallador nos impulsa a continuar y nos recuerda que somos el eslabón de una cadena de solidaridad que cuida del patrimonio para que se conozca, se disfrute, y yo no puedo dejar pasar esta ocasión para invitarles a que, si todavía no lo conocen, vengan a conocerlo, se aprecie y se defienda pues es la mejor manera que conocemos para colaborar a hacer que el mundo sea un poco mejor y quienes lo habitamos más felices.

Alguien dijo que el futuro tiene un corazón antiguo así que desde ese corazón antiguo, por La Unión y por el futuro.

A no reblar.

Muchas gracias.