El topónimo SERRABLO se mantenía aletargado desde hacia varios siglos, hasta que en la década de los 60, don Antonio Durán Gudiol lo situó en sus justos limites que había tenido en la época medieval. Fue él quien dio ese primer soplo vital para que naciera Amigos de Serrablo. Los primeros balbuceos comenzaron a darse en 1968, pero fue el 21 de Mayo de 1971, cuando por fin se funda la Asociación, con sede en Sabiñánigo y como una sección más del Centro Instructivo. En 1975, Amigos de Serrablo se separa del Centro Instructivo e inicia su andadura como asociación totalmente independiente.
La comarca serrablesa se encuentra en pleno Pirineo Aragonés, y al norte de la provincia de Huesca, en torno a su eje fluvial principal que lo constituye el río Gállego.
En este marco geográfico es donde surge nuestra Asociación, que lo hace con unos objetivos extremadamente concretos: rescatar de la ruina una serie de iglesias mozárabes y románicas en trance de desaparecer. Ahora bien, estos objetivos, ya de por si ambiciosos se verán ampliados paulatinamente a otros campos. Creación del Museo Etnológico, trabajos de investigación, conferencias, publicaciones, Museo de dibujo y Arquitectura popular, etc. etc.
Amigos de Serrablo cuenta con unos 800 asociados que con su cuota anual colaboran al sostenimiento de la Asociación, y a los que se les envía trimestralmente la revista SERRABLO, con trabajos de investigación sobre nuestra comarca. Una docena de personas realizan el trabajo de la Asociación en sus ratos libres, después de su jornada laboral, y durante los fines de semana, en un trabajo totalmente desinteresado en el que se afanan en cuerpo y alma por salvar todo un ingente legado histórico-artístico, que de otra forma se hubiese perdido irremisiblemente. Y cuando hablamos de trabajo, nos estamos refiriendo tanto al montaje de una exposición, a la recogida de material etnológico por los pueblos, como a la restauración de las iglesias, etc.
En suma Amigos de Serrablo es una asociación cultural, que trabaja por su comarca, con total desinterés desde su fundación y que lejos de anquilosarse, va adquiriendo cada día más dinamismo, lo que conlleva a crear una extraordinaria imagen de Sabiñánigo y su comarca.